Andrés Ramos
Miembro del Colectivo Poético 100 Años de Soledad (Nuevo Laredo)
Publicaciones en Periódico: Laredo Morning Times (Laredo Texas)
Publicaciones en Periódico: El Líder (Nuevo Laredo)
Lectura de algunos de sus textos en: Estéreo 91.3 (www.xhnoe.com) (Nuevo Laredo)
Presentaciones en El Libro Café “La Cafebreria” (Nuevo Laredo)
Publicaciones en pagina: www.scorpion-poesia.zxq.net
Presentación de lecturas en Estación Palabra “Gabriel García Márquez” (Nuevo Laredo)
Ha publicado (descargar): Arranqué el corazón - Imaginación - Lección aprendida
NO ERES TÚ
La calle oscura, y el viento tétrico hacen la noche perfecta,
Las luces amarillas de los postes viejos y podridos convierten el paisaje aun más deprimente
Hoy como todos los días, vagando por la calle, sigo padeciendo de la muerte viva,
El mismo dolor mudo que no muestra mejoría ni agonía permanente.
Algunos dicen que no hay muerte más terrible que morir ahogado,
Otros dicen que la peor es quemado,
Difícil es saberlo, puesto que no he muerto, al menos no del todo
He visto la muerte a los ojos, y ni siquiera ella tiene el más mínimo interés en mi persona
Me hizo a un lado en cuanto vio el vacío que había en mi alma.
Muchas veces imagine que el motivo de mis penas eran las mujeres que por mis venas habían pasado, en otras ocasiones pensaba que el motivo de mi sin sabores era la precipitación de mis decisiones en solo segundos sin dejarlas madurar.
No creo que exista una persona que pudiera entender lo que siento, o quizá me equivoque, pero al momento no me he topado con alguien con la capacidad espiritual, o mental que pudiera descifrar este tormento, tan lleno en desahogo, pero fácil de perder en la nada.
No, no he muerto quemado, pero siento las llamas de la ausencia en mi pecho consumir cada centímetro de mi alma, si es que alguna vez tuve una.
No, no he muerto ahogado, pero aun así no puedo respirar, el liquido del sin sabor llena mis pulmones y no permite el paso del aire asfixiándome con su intolerante desprecio por cada segundo de las horas muertas en la nada.
Cual muerto en su tumba siento como la putrefacción se apodera de mi ser, y a pesar que mi cuerpo esta intacto, mi espíritu, mi alma y mente están cada vez mas desechos por los gusanos de un vacío misterioso y sin nombre. Tal vez lo tenga, tal vez tenga nombre y no lo quiero mencionar, tal vez ese sea el motivo de todo esto, que ese nombre, ese bendito nombre solo me ha traído vacío, dolor y perdición. ¿Pero porque?, ¿Quién eres tu para lograr hacer tanta destrucción en tan poco humano?, ¿Quién eres tu para ser una razón suficiente para que alguien muera lento?
Ya te sepulte, yo te enterré hace muchos años, y no he visto hacia atrás, ni siquiera en las noches heladas donde mis venas parecían salir de mis brazos buscando saciarse de amor perdido, ni siquiera cuando mis lagrimas llenas de arena por la resequedad de mi alma rodaban como cristales por mi mejilla en las navidades pasadas, ni siquiera cuando por accidente en el buro encontré tu foto y la rompí para dar paso a nuevas fotos de personas que no tenían rostro.
No he visto hacia atrás, ni para tratar de recordar tu nombre, no he visto hacia atrás ni siquiera para recordar algún momento feliz que pasamos cuando tu nombre llenaba mi boca e iluminaba mi corazón. ¡No te recuerdo, no te menciono, no existes, no eres parte de mi vida, nunca lo serás de nuevo, te has ido, te has marchado, en el olvido has quedado, NO TE RECUERDO!
No se nada de ti, no sabré mas de ti, estas sepultada, estas enterrada en el olvido eterno, y de allí no escaparas, no dejaras mas este ser putrefacto en la ruina con el dolor de tu partida, no serás de nuevo tu quien cause destrozos en lo que queda de mi. No eres tu, ya estas sepultada, estas enterrada cerca del corazón de la tierra donde el magma volcánico, donde el calor asfixiante quema cada célula de tu ser, y eternamente trata derretir ese corazón de hielo que te caracterizo por muchos años, ni el fuego eterno del centro de la tierra lo podrá derretir, pero al menos del resto de ti no quedara nada. Tu corazón, igual no llegara a ningún lado sin ti, tal como mi alma jamás llego a ningún lado sin el corazón que me robaste y destrozaste a placer.
No te recuerdo, ni se quien eres ya, cada kilogramo de tierra que puse encima de tu sarcófago ha ocultado tu existencia desde entonces, así que no eres tu la causa de mis desgracias, no eres tu la razón por la cual soy un muerto que vive entre los humanos vagando por las paredes de un abismo que nadie puede ver ni tocar, no eres tu la razón por la cual mi alma se seco, por la cual mi corazón dejo de latir y mi cerebro dejo de operar como debía, no eres tu la razón por la cual mi espíritu abandono mi cuerpo y se refugio en las estrellas para estar lo mas lejos posible de mi cuerpo para no verlo convertirse en la piltrafa que ahora es.
No, tú no eres la razón de nada de esto, debe ser algo más, algo que no me deja conseguir la paz, algo que no me deja estar bien con el mundo y estar bien con el mismo Dios. Le he hablado, le he gritado, y sé que me ha contestado, pero no he logrado escucharle, tal vez porque soy ciego, sordo, y tonto, tal vez porque me falte el alma que se ha podrido, o mi espíritu que se ha fugado, o quizá mi corazón que se pudrió en tus manos.
Sé que El me escucha, y me contesta, pero me llena de rabia saber que no entiendo ni una palabra, sé que busca mi bien estar, sé que busca rescatarme de este abismo sumergido por la razón desconocida que no he logrado descifrar, pero ¡NO PUEDO! ¿Qué nadie me puede ayudar?, ¿Qué nadie puede acabarme de matar o regresarme a la vida?
Las calles repletas de gente, unas corren, otras caminan, otras manejan, otras en sus celulares, cada una en su mundo, en su propios abismos perdidos, o tal vez paraísos, pero para todos ellos no existo, paso a un lado de ellos cual fantasma por las escaleras, indiferentes a mi presencia, e insensibles a mi dolor.
Maldito vacío, maldita muerte en vida, ¿será que estoy en el infierno? ¿Será que no necesito morir para llegar a el?, ¿será que el infierno es morir mientras estas vivo?, ¿O vivir mientras estas muerto?
La lluvia de nuevo a recorrido las calles, el cielo ha soltado su furia sobre los mortales, Dios de nuevo esta hablando en palabras de a litro con los hombres que piden de su presencia. Aun el agua corriendo por mi cuerpo, empapado como gato en alberca, siento la resequedad de la soledad que habita en el abismo oscuro y sin fondo en mi pecho.
De pronto la calle se quedo solitaria, ni un alma se quiso quedar a escuchar las palabras de a litro que les enviaron para entender la razón de sus vidas, y yo, yo que estoy aquí recibiendo todas y cada una de ellas, ¡no escucho nada!, miro al cielo y en mis ojos apagados se reflejan los rayos de los gritos que no logro escuchar, ciegan por segundos los reflejos de mis recuerdos. Y por fin logro sentir que mis lagrimas de arena mojan mis mejillas, mojan, he dicho mojan, pero siguen siendo los cristales rodantes en la caída, pero el agua de la lluvia asemeja esa lagrima húmeda que tanto extraño, será que llore antes mucho que ya no me quedo mas que un desierto en donde había un mar de lagrimas.
¿Cuál es la maldita razón para mi muerte?, ¿Cuál?, sé que no eres tu, porque yo de ti ni me acuerdo. Estas enterrada en el olvido, junto con los años que nunca estuvimos juntos, con los recuerdos que no recuerdo ahora, junto con el amor que sentía por ti, y que ya no siento porque te sepulte con el. Sé que no eres tu, porque tu no estas en mi vida, ya no existes, ¡es mas!, no recuerdo ni tu nombre. Sé que no eres tu porque tu para mi no existes, dejaste de existir hace muchos años, sé que no eres tu porque……
Simplemente lo se, no eres tu la razón. Si, si estoy vivo, si, si he muerto, y si soy un vagabundo bajo la lluvia de palabras del cielo que tratan de darme la respuesta y yo sigo sordo a ellas. Sé que no eres tú porque ya lo dije, olvide hasta tu nombre. Soy el vagabundo que nunca dejara de caminar, pero tampoco podrá llegar a ningún lado, soy el vagabundo que no ha muerto, pero no esta vivo, soy el vagabundo que moja la lluvia sin refrescar el alma que ya no tiene vida, buscando la respuesta, la razón por la cual este abismo se ha apoderado de todo lo que queda mi.
Sé que no eres tú, porque tú no existes.
Arranqué el corazónHoy arranqué el corazón de mi pecho Estaba harto del dolor que sentía Ella sabía muy bien manejarlo Conocía muy bien sus debilidades Lo arranqué porque no aguantaba el dolor Lo arranqué porque sus latidos eran patéticos Lo arranqué porque sólo me dolía Me torturaba en nombre de ella a cada instante Lo dejé en abandono con la lluvia y el mugrero Ir a contenido iLetras-Julio2012 | ImaginaciónAyer te imaginé en mi cama Imaginé que volvían tus besos Sentía el gris de la noche Una ola de pasión desenfrenada Desnuda perdiendo mis infiernos Beso a beso tu piel la recorría Entre lo negro y lo gris tu silueta distinguía Excitante logro de pureza Ayer te Imaginé de nuevo en mi lecho Ir a contenido iLetras-Julio2012 |
Lección Aprendida
Aquella noche, una noche como cualquiera, salí a buscar mi alma,
El camino gris y sin rumbo hacía la noche perfecta,
Aún no terminaba mi cuadra cuando vi que los postes de luz seguían mis pasos
Su luz amarilla y añeja era la única esperanza de luz a mi alma
No quise ignorarlo y agradecí su intento por alumbrarme
Me lamentaba tantas cosas de mi vida que no sabía si valía la pena tan solo pensar en ellas
Aún los sabores amargos de la melancolíay el vacío por dentro eran ignorantes a mi desdicha
Desdicha que ni siquiera yo podría catalogarla,
No me hacía compañía ni siquiera el perro habitual que en ocasiones me sigue
Solo, solo y sin rumbo fijo siguiendo las señalaciones de un poste mudo y podrido
No sabía que me faltaba, no sabía qué era lo que no encajaba en este cuadro
Era solo una noche más como las anteriores, llena luces en los hogares y risas de pequeños
Todos detrás de un cristal que pareciera separar mundos diferentes al mío,
Es como ver en un aparador la vida que deseamos y no tenemos,
Es como ver en el espejo ajeno la belleza que en el alma no se posee
La única puerta abierta era la de un tendajo que abría hasta tarde
Entré y escuché el ruido de los niños correr por los pasillos de la vieja casa
Me sonreí y vi al hombre que molesto los regañaba,
Me pareció poco prudente hacer tal deshonor a tan agradable melodía
Pero no era mi mundo, no era mi realidad y no podría opinar,
Salí de allí con un refresco de cristal en la mano,
Siguiendo el mismo destino sin rumbo para calmar mi hambre
El estómago lo tenía lleno pero mi alma estaba vacía
Una banqueta, sin chiste al lado de un taller con música, llamó mi atención,
Me invitaba a sentarme un rato y disfrutar de su fría compañía
El primer trago del refresco me trajo amargas memorias,
Memorias que no pensé que tenía,
Terminé el primer trago, y de pronto a mi llegó un aroma diferente a las habituales,
Que en armonía con la luz de la luna y la música barata,
Me hicieron recordar las noches de melancolía y placer unidos a mi soledad que a tu lado dejarían de existir,
Viajando en el tiempo a un pasado inexistente y fugaz
Sólo entonces me di cuenta que algo de ti extrañaba,
No porque fueras tú parte de ese escenario tan oscuro y adormecedor,
Sino porque fue entonces que te conocí que me pude liberar de ese cuadro,
Poco a poco quitaste mis espinas y limpiaste mis heridas, dejándome completamente curado y listo para volar.
Quién diría que al pasar el tiempo me dejarías hundido en un abismo más oscuro y doloroso.
Quise darle explicación a mis sentimientos tratando de encadenar mi alma a tus acciones
Criticando mi desdicha y haciendo volar las culpas a tu lado
Fue inútil, no pude culparte por mis dolores, a pesar de tus acciones y tus mentiras,
Sólo eras una mujer más que me regaló felicidad por unos meses y me la arrebató cuando la hacía mía
No era eso, no era eso lo que sentía, era sólo la melancolía que me seguía comiendo
Tomé de nuevo otro sorbo de refresco, mientras veía que una de las lámparas de los postes se fundía
Me di cuenta que tal como esa lámpara nuestra relación se fundió, y no fue reparada
Pero me di cuenta de que no era la única lámpara encendida,
Y miré a mi izquierda y a mi derecha y vi la calle llena de ellas, algunas encendidas y algunas apagadas,
Algunas parpadeaban y otras, simplemente no tenían, el poste estaba solo
Me di cuenta sólo de una cosa, esa calle hacía semejanza a mi vida,
Me mostraba que algunas luces duraran prendidas en mi alma,
Otras se apagaran sin remedio, otras, simplemente no estarán,
Son solo luces de una calle, y yo soy la calle
Así se apaguen todas las luces de ella, la siguiente tendrá sus propias luces
Me puse de pie y agradecí a la banqueta por su lección,
Di el último sorbo al refresco, y con ello el último suspiro a la vida lastimera que me seguía
Junto con la botella tiré mis últimas lágrimas de la desdicha y me marché a casa.
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